Cumplí dos semanas en el mundo y ya he aprendido algunas cosas:
-Llorar es la clave de todo: si tenés hambre, te duele algo, se te cayó el chupete, te da mucho sol en la cara o nadie te da bola, pegás un llanto y todos corren a vos.
-Los grandes te sacan muchas fotos aunque vos no quieras o no estés bien peinado.
-Mis papis son re buenos, pero para pedir cosas lo mejor son los abuelos. Siempre les parezco "divino", "hermoso" o "precioso" y me sonríen como si no hubieran visto a nadie como yo nunca. Así que tendré que aprovechar que les gusto tanto.
-La cara de mis papis cuando me cambian o me dan de comer no es la misma de día que de noche.
-Aunque tengas ropa que combina colores y diseños, igual te van a poner la primera que encuentren, y siempre con el pantalón bien arriba.
-El chupete está bueno, pero los grandes piensan que si me lo dan no los molesto. En realidad es al revés: lo acepto para que ellos no me molesten.
-Mi caca huele mal, lo acepto. Pero por qué no se acuerdan del olor que dejan ellos en el baño con su caca. Eso sí es repugnante.
-Cuando me hablan, los grandes siempre usan otra voz, más ridícula que la que usan para hablar entre ellos. No soy sordo, eh?
-Mi casa es linda, mis papis son los mejores, la leche de la teta es rica, la cuna es grande y tiene jugetes... pero no hay nada como la panza de mamá, eso está claro.